martes, 29 de septiembre de 2009

La cosa democrática

Las Naciones Unidas, en sus orígenes, Sociedad de Naciones, cuando no del carbón y la energía, nacieron en su día con el ideal romántico de evitar la tercera de esas catástrofes que han ocurrido y afectado a la humanidad como las guerras mundiales, y tras el fracaso en la intención de evitar la segunda, con la intención de luchar por preservar esos Derechos Humanos propiedad de todas las personas..

Conscientes de sus carencias y crítica con su inefectividad, por llamarlo de alguna manera, soy una de las convencidas del espíritu que las inspiraron, tanto a la primera como a la segunda de las instituciones supranacionales, que en ambas fases han sido las más grandes instituciones internacionales, lo que me merece un respeto profundo.

A pesar de conocer que de forma originaria se pretendía aislar al “eje del mal” por un lado y de buscar el máximo rendimiento económico, admiro la capacidad de buscar y encontrar aquello que nos une, valorándolo más de lo que nos separa. De ahí el valor incalculable que tiene , más allá de lo práctico,  lo simbólico.

Hoy, leyendo las declaraciones que el presidente de la Asamblea de Naciones Unidas ha hecho, no sé si consciente o no de lo que representa, me pregunto si realmente, los dirigentes de esas “naciones” “unidas”, son conscientes de lo que tienen entre las manos y lo que ello representa, porque hay quienes lo aprendimos en primero de carrera.

Dice este señor, que por turno (que bien se le podía haber pasado) ocupa la presidencia del órgano más democrático de la ONU, lo siguiente:

“la homosexualidad no es aceptable ( …. ) Es un asunto muy sensible. Como musulmán, no estoy a favor… Es algo que la mayoría de los países no aceptan”. Creo que no es aceptable debido a mi religión, a mi tradición”, manifestó. “No es aceptable en la mayoría del mundo. Y algunos países lo permiten, creyendo que es una especie de cosa democrática… Yo creo que no lo es”

Escuchado lo que él ha dicho, y envidiosa de los soportes mediáticos con los que cuenta, esta humilde politóloga se pregunta una serie de cuestiones que, sé, quedarán sin respuestas, pero no sin espacio para ser publicadas.

Cuando yo estudiaba que era eso de la representatividad, me quedaba muy claro que La señora o el señor de “turno” eran una cosa, y el mismo señor o la misma señora, como presidente o presidenta, o concejal, concejala, etc… era otra.

Por ello, y siendo escrupulosamente respetuosa con todo lo musulmán que el Sr. Ali Abdussalam Treki quiera ser, igual que si hubiese sido budista, luterano o ateo, creo que ha cometido el gran error de contarnos que la homosexualidad no es aceptable y por supuesto no entra dentro de lo democrático, debido a su “musulmanidad”.

También en mi época de estudiantes, pero un poquito antes me enseñó mi maestro de matemáticas, que dicho sea de paso se desesperaba bastante con su infructuosa alumna, que “los churros” no se pueden mezclar con “las bicicletas” (abténganse los osados y osadas que estén pensando en peras y manzanas para alargar la comparación porque con esto me refería a las sumas y ecuaciones y la Botella hablaba de convivencia).

A mí, que me afecta lo que ese señor diga como Presidente, de turno o no, de una entidad de la que me considero parte por un lado, y como integrante de lo que él considera no democrático y antimusulmán, por otro, me surge la duda de qué pasaría si de repente alguien le cuestiona ,a los que aun creen en la legitimidad de la religión como base de los estados, que lo que están haciendo es ilegal, ya que en calidad de representantes tratan de imponer  sus creencias utilizando para ello el estandarte de todas y todos los que conformamos la ONU, es más, si me circunscribo a su país, y a todos los países del mundo, sería extrapolable, ya que las leyes, los territorios y las instituciones, carentes de espíritu religioso de forma natural no pueden imponer a ninguno de sus miembros y miembras las leyes religiosas que aceptan los representantes “de turno” porque eso si que no sería democrático, es más puede que atente contra la ley del libre mercado, ya que están utilizando las herramientas institucionales para “aumentar la clientela”.

Y para terminar con lo más importante, las personas que somos, no por antojo, ni por elección ni por dios ni por nadie y a la vez por todo ello, homosexuales, transexuales, intersexuales, bisexuales, lesbianas, gays, queer, o como nos de la gana de ser , que pertenecemos, en igualdad de condiciones aunque no de posición, a la institución de la que ahora “Treki”, es presidente, consideramos que sí es asunto de las democracias mundiales, y por lo tanto de sus líderes y lideresas, procurar la igualdad a todas las personas independientemente de la identidad sexual de género o/y orientación de los afectos, y reclamamosque se abra otro debate en el que nos cueqstionemos para cuando lo de trasladar LO RELIGIOSO al ámbito de lo privado, única y exclusivamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Silvia, soy Patri (de las jornadas de Rascafría, ansiosa por colaborar xD). Me he pasado por tu blog y he leido un par de post (ya leeré mas)y nada, solo quería felicitarte. Los blogs que suelo leer son en clave de humor pero creo que este puede ser un buen comienzo para variar un poco.
Un saludo.

Silvia dijo...

Muchas gracias Patri, a mi me ha encantado conoceros, y espero que podamos hacer un montón de cosas juntas.... bienvenida a mi rinconcito particular. Un beso y estamos en contacto