Aun sin estar muy de acuerdo con el slogan ("demos una oportunidad a las niñas") elegido quiero poner de manifiesto que en el Día Internacional por la Erradicación del Trabajo Infantil que se conmemora mañana día 12 de Junio, hay que poner la lupa en la situación de millones de niñas cuya vulnerabilidad hemos construido entre todas y todos.
Estas niñas, a las que hay que dar TODAS las oportunidades del mundo, a las que hay que proteger con la misma eficacia que a los niños, a las que hay que educar junto con los más pequeños, se encuentran expuestas a los más atroces abusos y explotaciones, no sólo en el ámbito laboral.
Para que haya explotadas y explotados hay explotadores y explotadoras y permisividad al respecto. Sobre los hombros de quienes abusan de niñas y niños sometiéndoles a inhumanas jornadas laborales, quienes perpetuán de forma consciente y premeditada esa discriminación existente entre mujeres y hombres, niñas y niños, debería caer no sólo la culpa, también la ley y el derecho. El problema es que como son pobres las personas explotadas importan bastante poco y nos preocupa aun menos.
Y ya no vale eso de "es que yo no lo sabía" porque cuando nos lo ponen delante de los ojos no queremos verlo.
Con esto sólo nos queda preguntarnos ¿estamos dispuestos a asumir errores y cambiar el escenario?
¿Vamos a darles esas oportunidades que por justicia les corresponde o seguiremos mirando hacia otro lado?
El balón está en nuestro tejado.
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