miércoles, 26 de noviembre de 2008

DOUALA

Muchas cosas ya no las contaré como me gustaría porque se me olvidan; son muchos días sin coger el ordenador para escribir.
Siempre que vivo algo especial me digo a mi misma: “tengo que escribir sobre esto” …pero al final se me pasa y son muchos los momentos especiales que vivimos.
Así , de las cosas grandes, hay que decir que bajamos a Douala; la capital económica de Camerún porque Javier tenía que recoger unas cosas y teníamos que tener una reunión. Sólo fueron dos días y un viaje demasiado largo.
No es muy diferente ser capital de algo en Camerún que en Europa; Cambia el fondo pero no la forma. Más coches, más ruido, menos sonrisas, menos niños y niñas, todo es más caro, muchísimo más caro, más gente moviéndose de un lado a otro, más contaminación, más basura, más publicidad, algo más de luces ( claro que no como las de navidad), más cosas que brillan (ocultando a veces esas cosas que se ocultan tras los brillos) más blancos, mas sitios donde gastar dinero…. Y en este caso: MUCHÍSIMO CALOR.
Es una ciudad con mar; estuvimos en el puerto, y en un sitio muy agradable cenando; era un “restaurante” que imitaba a un embarcadero que se mete al mar. Cenamos sobre el mar, lo que nos hace pensar que eso de las leyes de costa no han llegado a estas tierras aun.
De Douala volvimos pronto; salimos el sábado por la mañana muy temprano para llegar con una hora más o menos decente a una celebración que un grupo de Americanos, que están haciendo una especie de voluntariado aquí, organizaron.
Estuvo bien, con sus fallos, eso sí, pero fue muy bonito. No faltó, por supuesto, la bandera americana, los gorros americanos, camisetas con más banderas americanas….bueno, pues eso; que, reconociendo la labor que desempeñan , he de reconocer que fue como demasiado norteamericano .
Por la noche, el mismo sábado, fuimos con “la élite” a cenar; y cuando digo élite es élite. Personas con “poder”, demasiado poder.
Es lo que peor me hace sentir aquí, la ostentosidad en medio de gente que vive con menos de 50 céntimos de euro al día es aun más detestable.
Del sábado noche queda la sensación de lo.”curioso” que era ver como un señor, que sólo hablaba el dialecto de su poblado, que iba con su vestimenta tradicional, aderezaba el uniforme con una camiseta de la bandera americana que lucía, en mayúscula la palabra PATRIOTISMO….os lo decía ante; mucho de Norteamérica.
Este señor que conocimos era “el chef” de Batibó, con él estaban dos de sus mujeres. Es fácil reconocerlas porque llevan unas pulseras de madera que, bien las podía obligar a llevar un carro pues el tamaño es considerable. La poligamia aun es una práctica muy extendida aun en Camerún, y eso que, el peso de las religiones monoteístas, el peso de las religiones cristianas es muy grande.
Tampoco es muy difícil identificarlo a él y al séquito de hijos que tiene. Las plumas de la cabeza y la referencia que todos hacían al pasar a su lado lo decían todos.
Contemplar todo aquello hacía sentir cosas contradictorias; por un lado está el sentimiento de fortuna de disfrutar de algo así. Verse en medio de todo esto, conocer otra cultura o culturas es algo que sin duda alguna enriquece, pero para nada se puede ver esto bajo el prisma del absoluto relativismo cultural. Las discriminaciones y el abuso de poder son eso aquí, en España y en todos los lugares del mundo.

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