Esta mañana nadie ocupaba el otro lado de la cama.
Hasta no se muy bien cuando, tenemos de nuevo kilómetros, Internet, Silencios, Sms…
Bff, creo q va a ser duro.
Detrás dejo una semana que da para muchos, muchos post. Post de esos que se es
criben desde lo mas profundo de “las tripas”, es decir que hablen de lo personal. Post de percepciones, post con enfoque politologico, de análisis politico, y por supuesto, de crítica y denuncia, que en este caso hay para mucho.
Os voy a dejar unas pinceladas de lo que a mi me causó mas impacto, tristeza e impotencia.
Ibamos en el coche, después de parar en el Mar Muerto a comer, después de viajar pegaditas a la frontera con Jordania (que el gobierno de Israel ha
dibujado a su antojo, después de evidenciar lo que es la asfixia del pueblo palestino sin a penas buscarlo (si veis la foto de la supuesta carretera que lleva a Jericó observaréis que es imposible acceder por ahí. Esta cortada con hormigón, así que el cartel que dice algo asi que para pasar necesitas un permiso militar no vale para nada....no se puede pasar de niunguna manera), despues de pasar un calor que no veas, nos acercamos a Jerusalen.
Ciudad cargada de historia. Sorprende el color de la tierra, en plena consonancia con la parte vieja de la ciudad; únicamente roto con la distorsión de los nuevos asentamientos que, paulatinamente, han ido ocupando la ciudad santa y una robusta muralla del siglo XXI, la reina del aparheit.
No tardamos mucho en toparnos con los primeros controles militares, que según mi anfitriona son, muchos de ellos, de reciente creación.
Hasta no se muy bien cuando, tenemos de nuevo kilómetros, Internet, Silencios, Sms…
Bff, creo q va a ser duro.
Detrás dejo una semana que da para muchos, muchos post. Post de esos que se es

Os voy a dejar unas pinceladas de lo que a mi me causó mas impacto, tristeza e impotencia.
Ibamos en el coche, después de parar en el Mar Muerto a comer, después de viajar pegaditas a la frontera con Jordania (que el gobierno de Israel ha

Ciudad cargada de historia. Sorprende el color de la tierra, en plena consonancia con la parte vieja de la ciudad; únicamente roto con la distorsión de los nuevos asentamientos que, paulatinamente, han ido ocupando la ciudad santa y una robusta muralla del siglo XXI, la reina del aparheit.

No tardamos mucho en toparnos con los primeros controles militares, que según mi anfitriona son, muchos de ellos, de reciente creación.
Entramos en la ciudad y tras abandonar el coche y tomarnos un zumo de naranja recien exprimido, que el cuerpo necesitaba hidratación, nos ponemos a andar. Mercados en la calle llenos de vida, de gente, de olores a especias, personas que andan de aquí para ya en su rutina, mezcándose con los curiosos que allí vamos. En sus caras no parece haber mucho rastro de esas noticias que llegan a las televisiones de todos y todas nosotros y nosotras, pero no hay que ser demasiado ávido para ver esos matices que hacen evidente que la situación no es la mejor de as deseables.
Algo que se percibe de forma muy clara es la necesidad de reforzar los símbolos y rasgos identitarios. Por unos más que por otros. Yo creo que unos se han resignado a ser ocupados por el pez gordo, con el mal sabor de boca que deja estar en casa y sentirse extranjero, mientras que los otros hacen cada vez más evidente su poderío tratando de invadir, por encima de todas las cosas el imaginario de las personas.



Y curioso no, pero fustrante, muy fustrante es toparse con el muro, que no separa la parte judia y palestina ni este y oeste...no, ´separa palestina de palestian personas de sus centros de estudios, hospitales, amigos vecinos, separa a los niños de las zonas de juego, he encontrado una frase, ya antigua pero que defiene muy bien la situación que se vive en la zona desde que en 2002 se decidió crear esta aberración:

"El gobierno israelí no tiene intención de proteger la seguridad de sus residentes, sino que en la práctica está trabajando para incrementar la tensión en la zona y crear más hechos consumados sobre el terreno que hagan imposible toda futura negociación. Esta es una política sionista constante cuyo objetivo es, bajo todo tipo de pretextos, el principal de los cuales es el de la seguridad, desalojar las tierras palestinas de sus ciudadanos y substituirlos con colonos israelíes".
Impacta, hiela el alma, y no es una exageración. Ver a esos niños jugando junto a los alambres de espino hacen que a una se le salten las lágrimas.
Muchos de ellos ahora tienen más de hora y media de camino a sus trabjos que antes estaban al cruzar la esquina. Otros para llevar a sus hijos a un hospital necesitan pasar bochornosos controles policiales...¿en qué mundo vivimos?

No hay palabras que definan esto, ojalá algun día, toda esta locura tenga marcha atrás, y alguien más que los pájaros puedan ser libres en esa tierra que al atardecer brinda un dorado que te envuelve invitándote a pasear por sus calles, a observar su silueta y a soñar con la paz que sólo se logrará si decaen las ansias de poder que axfisian la vida de millones de personas, cuyo único error ha sido nacer en una tierra que alguien, en los últimos coletazos del colonialismo decidió ningunear, olvidando las vidas de los que allí estaban, su historia y lo más importante: Sus derechos.

¿utopia o realidad?, no lo sé pero deberíamos empezar a trabajar pada derribar lo que nos separa, y construir lo que nos une.

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