jueves, 27 de diciembre de 2007

Hijo de ....

.....de yo que sé, esa es la expresión que sale, así, cuando una escucha o lee barbaridades como las de esta tarde.

Incrédula, sin poder dar crédito, así me he quedado tras escuchar la retahila de ....de yo qué sé cómo nombrarlo, que ha llevado a cabo el Sr obispo de Tenerife. Obispo de una iglesia a la que aun pertenezco, eso sí, cada vez con más desgana, con más apatía y con menos sentimiento de identificación.

¿Por qué?

Pués porque cada vez se preocupan ustedes de más estupideces, olvidando sus raíces, porque escucho la Cope y me avergüenza, porque para mis hijos quiero educación para la ciudadanía, para ustedes también, porque no puedo con su anclaje en el pasado, porque van demasiado de la mano con el conservadurismo rancio de este país, porque beatifican a mártires y se olvidan de los que ustedes martirizaron, porque no entiendo los votos de pobreza que no se cumplen, porque cada vez son más oscuros, porque se han olvidado del prójimo, porque se han olvidado de la comunidad, porque les hace falta la humanización de las altas capas de su jerarquía con la que ni yo, ni el 90% de los jóvenes que conozco, se sentirían representados, ya no como creyente o católica, sino como persona. Y, si a todo esto le sumas la entrevista de su señoría......ya no hace falta explicar más.

¿qué decía?

Ahí os dejo un resumencito que le robo a Pablo....

¿Qué opina de la homosexualidad?

Yo creo que lo primero que hay que hacer es distinguir a las personas del fenómeno. Las personas son siempre dignas del mayor respeto. Si una persona, por una razón fisiológica elige esta forma de vida me merece mi máximo respeto. Otra cuestión es que la homosexualidad sea o no una virtud. Hay que tener mucho cuidado hoy en día porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece. No es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir. Está clarísimo que, en este sentido, mi pensamiento es el de la Iglesia: respeto máximo a la personas.Pero, lógicamente, creo que el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad. A la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones. Yo no digo que se reprima, pero entre no reprimirlo y promoverlo hay un margen. Creo que hay que promover la educación. Los valores de la feminidad y la masculinidad debemos inculcarlos en los niños . Puede que nos digan que estos valores son retrógrados, pero nosotros pensamos que estos valores respetan la libertad pero al mismo tiempo orientan a las personas.

¿Hay que orientar la sexualidad?

No se puede dejar a las personas libradas a lo que salga, ¿por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano? Además, sólo un 6% de los homosexuales se deben a cuestiones biológicas. No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta.

La diferencia entre una relación homosexual y un abuso está clara.

Por supuesto. Pero, ¿por qué el abusador de menores es enfermo?

Para empezar, un abuso es una relación no consentida.

Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece.


Y se queda así de ancho y de pancho, y San Federico mañana le dedicará un villancico en la radio y Ud, dará la misa el día de año nuevo frente a esos fieles, ataviados con visones, que pensarán lo mismo quie usted......

Pués no señores. Yo no quiero pertenecer a esta iglesia.

No quiero pertenecer a una iglesia que considera que la homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad; no quiero pertenecer a una iglesia que piensa que hay que educar en feminidad y masculinidad (pero por dios, ya esta bien de hombres muy hombres y mujeres muy mujeres), no quiero pertenecer a una iglesia a la que pertenece un señor que culpa a los menores de provocar, y claro, luego abusan de ellos.....Pero que asco!!!

No quiero pertenecer a una iglesia que permite que haya personas que piensan en Darwin para hablar de las relaciones entre las personas. Relaciones que, le recuerdo, no se basan ni en ADN ni en desviaciones ni, aiunque muchas veces se quiera, en una elección personal;

Eso de querer ¿Usted no lo entiende verdad?, eso de amar es más complejo de lo que parece, y más sencillo de lo que imagina. La gente tiene derecho a sentirse como quiera sentirse, a ser como realmente se sienta y a amar a quien le de la gana, a quien quiera amar.

No quiero pertenecer a una iglesia que justifique de alguna manera los delitos de abusos a menores. No señor, por ahí no paso. Son demasiados los niños que sufren estas atrocidades como para que usted encima lo justifique ¿o intenta justificar las prácticas de personas de su gremio condenados por la justicia española?....Se ha equivocado.

ME ENCANTARÍA PENSAR QUE TODO ES UNA INOCENTADA.....PERO ME TEMO QUE NO VOY A TENER TANTA SUERTE, ADEMÁS AUNQUE ASÍ FUERA, LA BROMA SERÍA DE MUY MAL GUSTO.

5 comentarios:

A.Quintana dijo...

Espero que la reacción que ha tenido a la prensa a tan aberrantes declaraciones le haya llenado la cara de verguenza y tenga hasta preocupación por que le vean en la calle. Desde luego, como no desmienta lo que ha dicho me parece aberrante. Es lo peor que he leido de este tema por boca de alguien de la Iglesia. Aparte del rollo que se pega con la homosexualidad, resulta que un abusador de menores no es un enfermo... Hombre, como decía mi abuela, que baje Dios del cielo y lo vea. Del blog hermano Compartiendo Opiniones

Anónimo dijo...

¿Quién se atrevería a dejar su hijo o hija en manos de este imprensentable?

Anónimo dijo...

Si la Iglesia dejara de perseguir a los-las homosexuales la vida sería mejor para todos-as y los que estuvieran en el armario no tendrían que meterse a curas para justificar socialmente por que no se casaban con una mujer.

Una cosa son los abusos a menores y otra las relaciones consentidas, yo desperté sexualmente a los 13-14 años y quería tener relaciones sexuales con personas mas experimentadas, -quizá por eso siga con la afición de buscar personas mas mayores que yo- lo cual hubiera sido sexo consentido si no me hubieran rechazado por mi edad, lo cual me dolía mucho. En aquella época la edad de consentimiento eran los 12 años -luego el PP lo puso en 14 años- pero yo no lo sabía y la gente a la que pretendía ligar se ve que tampoco y las pocas veces que conseguía tener sexo con alguien mayor tenía miedo de que me pillaran y acabar yo en la cárcel porque se creía que era un delito.
Eso era muy diferente a que un monitor de un campamento juvenil me metiera mano por la noche en mi litera y que un cura con el que me obligaban a confesar me hiciera preguntas que me ponían colorado mientras movía su mano por debajo de la sotana.
Las relaciones sexuales consentidas pasan a ser abuso cuando una de las personas se vale de su prevalencia jerárquica -profesores, curas, monjas, etc.- o familiar -padres, tíos, etc.- para imponer esa relación sexual a el-la menor.
Los abusos no se deben de consentir nunca. El despertar sexual se debe de respetar sea cual sea la edad de ese despertar -como si son 20 años- .
Y los impresentables de sotana deberían de mirar mas las vigas en el ojo propio.

Anónimo dijo...

en lamiradapositiva.es se dió la oportunidad a todos los ciudadanos-as de aportar ideas para el nuevo contrato electoral que firmará el PSOE con los ciudadanos-as (Zapatero es el primer presidente de la democracia que ha cumplido lo prometido en el contrato electoral) y allí vi varias propuestas para agilizar y regular por ley la apostasía (si bien yo sería partidario de otras cosas como que quienes quisiesen ser contabilizados como católicos-as tuvieran que inscribirse PERSONALMENTE en un registro especial y atendidos-as en un despacho privado sin posibilidad de que nadie le presionase externamente)

AOG dijo...

Lo peor de todo es que como es cura, la gente cree que tiene una educación, y que su opinión vale algo. Desgraciadamente, este señor mete la pata frase tras frase y no hace más que repetir las ya muy trilladas estupideces de siempre respecto a la homosexualidad.

El día que la humanidad nos quitemos a la religión de encima habremos dado un gran paso hacia adelante.