Con demasiado retraso y gracias a la promoción del diario El País, ayer ví INVISIBLES..... Por favor, si no lo habéis hecho, dedicar un ratito a ver este dvd....no te queda indiferente, ni mucho menos.
Tengo la melodía de las mujeres de República ¿Democrática? del Congo en mi cabeza y la cifra de los afectados de la enfermedad de Chagas en la conciencia.
Además la historia de los niños soldados en Uganda y la enfermedad del Sueño y los desplazados de Guerra en Colombia.
Africa.
Qué grande y qué olvidada, qué rica y qué empobrecida, que llena de vida y saturada de muerte, expoliada, sufrida y amada, negra de piel y blanca de alma, llena de arena y aire que hará que, al menos mañana, algo no se levante como hoy en el continente negro, aunque eso no sea más que polvo. En eso se han convertido, en polvo. Polvo que viene a invadirnos ¿por qué será?, polvo que se juega la vida en pateras ¿y qué haríamos los demás? polvo con rostro de mujer que anda 40 km con una carga pesada en la cabeza para tener algo de yuca que llevar a la boca de sus hijos, polvo que ve morir a sus bebes, mientras, para occidente, esas vidas no son más que números y esas madres no sufren por ver morir a sus pequeños, no tienen ese derecho, ni sentimientos.
Son esas mujeres negras que salen envueltas en túnicas, incluso con las tetas al aire, a veces hasta bailan, así que muy mal no se lo pasan. Pueden perder dos o tres hijos antes de que ellos cumplan 5 años, su marido puede estar en una guerra, o siendo maltratado o mutilado por una mina, o perdido en medio de un continente rumbo a la tierra prometida, que es europa; mientras, ella se las tendrá que apañar para evitar ser torturada o violada, para buscar el sustento de su casa en una tierra a la que hemos condenado a no ser nada. A la que hemos condenado a sufrir, a morir. O igual es ella la que decide escapar, coon tan buena suerte de ser captada por la mafia para ser explotada sexualmente en occidente en uno de esos lugares que inundan las cunetas de las carreteras españolas con neones rosas en sus tejados y nombres orteras en sus carteles.
Siempre me he llevado mal con las matemáticas y creo que he descubierto por qué: No entienden de justicia; las cifras son sólo eso cifras, pero no atienden a nada más. Claro que por esta regla de tres los espejos tampoco me gustan, sólo reflejan lo que delante se pone, ni las cámaras, y los humanos, ¿entendemos de justicia los humanos? NO
18.000.000 de personas afectados por la enfermedad de Chagas, pobres claro, porque se trasmite por la picadura de los chinches que anidan en el adobe de las chabolas, y no hay ni una sola industria que se plantee investigar y comercializar medicamento alguno; al menos en el momento de la elaboración del documental.
1.800 medicamentos adelgazantes en lista de espera para obtener la patente....¿en qué mundo vivimos?
Sin duda, en el que entre todos construimos.
Ahora a escribir la carta a los Reyes Magos que no sé que tendrán de reyes, pero de magos poco, porque en su afán por hacerlo todo en un día, sólo les da tiempo de recorrer, como muchiiiiiiiisimo 1/5 del planeta. El resto Ah! se siente, sin reyes, que además como son pobres igual se conforman con morirse de hambre el dia 7, o aguantar hasta febrero.
Tengo la melodía de las mujeres de República ¿Democrática? del Congo en mi cabeza y la cifra de los afectados de la enfermedad de Chagas en la conciencia.
Además la historia de los niños soldados en Uganda y la enfermedad del Sueño y los desplazados de Guerra en Colombia.
Africa.
Qué grande y qué olvidada, qué rica y qué empobrecida, que llena de vida y saturada de muerte, expoliada, sufrida y amada, negra de piel y blanca de alma, llena de arena y aire que hará que, al menos mañana, algo no se levante como hoy en el continente negro, aunque eso no sea más que polvo. En eso se han convertido, en polvo. Polvo que viene a invadirnos ¿por qué será?, polvo que se juega la vida en pateras ¿y qué haríamos los demás? polvo con rostro de mujer que anda 40 km con una carga pesada en la cabeza para tener algo de yuca que llevar a la boca de sus hijos, polvo que ve morir a sus bebes, mientras, para occidente, esas vidas no son más que números y esas madres no sufren por ver morir a sus pequeños, no tienen ese derecho, ni sentimientos.
Son esas mujeres negras que salen envueltas en túnicas, incluso con las tetas al aire, a veces hasta bailan, así que muy mal no se lo pasan. Pueden perder dos o tres hijos antes de que ellos cumplan 5 años, su marido puede estar en una guerra, o siendo maltratado o mutilado por una mina, o perdido en medio de un continente rumbo a la tierra prometida, que es europa; mientras, ella se las tendrá que apañar para evitar ser torturada o violada, para buscar el sustento de su casa en una tierra a la que hemos condenado a no ser nada. A la que hemos condenado a sufrir, a morir. O igual es ella la que decide escapar, coon tan buena suerte de ser captada por la mafia para ser explotada sexualmente en occidente en uno de esos lugares que inundan las cunetas de las carreteras españolas con neones rosas en sus tejados y nombres orteras en sus carteles.
Siempre me he llevado mal con las matemáticas y creo que he descubierto por qué: No entienden de justicia; las cifras son sólo eso cifras, pero no atienden a nada más. Claro que por esta regla de tres los espejos tampoco me gustan, sólo reflejan lo que delante se pone, ni las cámaras, y los humanos, ¿entendemos de justicia los humanos? NO
18.000.000 de personas afectados por la enfermedad de Chagas, pobres claro, porque se trasmite por la picadura de los chinches que anidan en el adobe de las chabolas, y no hay ni una sola industria que se plantee investigar y comercializar medicamento alguno; al menos en el momento de la elaboración del documental.
1.800 medicamentos adelgazantes en lista de espera para obtener la patente....¿en qué mundo vivimos?
Sin duda, en el que entre todos construimos.
Ahora a escribir la carta a los Reyes Magos que no sé que tendrán de reyes, pero de magos poco, porque en su afán por hacerlo todo en un día, sólo les da tiempo de recorrer, como muchiiiiiiiisimo 1/5 del planeta. El resto Ah! se siente, sin reyes, que además como son pobres igual se conforman con morirse de hambre el dia 7, o aguantar hasta febrero.
Me quedo con una frase que ayer me heló un poco el alma: "esta enfermedad que nos mata, nos hace más pobres a los que ya somos pobres, nos hace invisibles, porque no es que no nos vean, es que no quieren vernos".
3 comentarios:
me has convencido...veré "invisibles".
lo de la industria farmacéutica no tiene nombre...ocurre con más enfermedades...lo que sí es realmente increíble es que enfermedades que ya están erradicadas aquí, sean una auténtica epidemia allí...
como dice mafalda en una de sus viñetas: "¿qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?"
Hola Silvia soy de las JSE de Piornal, quizás no me conozcas pues en la pasada campaña no puede ayudaros pùes estaba de exámenes,m pero esta me escapo fijo jaja un abrazo y enhorabuena por tus comentarios
te enlazo vale??
Bueno Silvia, primero feliz año!! y esas cosas que empezamos a perder las formas y no debemos alienarnos tanto y por supuesto que el problema es que no se quiere ver porque sino sería complicado no intentar resolverlo. Así que leete la ventana sobre la utopía que seguro que es una frase más de las nuestras.
Un abrazo
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