Aunque realmente llegé el domingo bien temprano (a las 5 am), aun me siento recién aterrizada. LLegar aquí en parte es eso, aterrizar en la otra cara de la moneda, en lo difícil,aterrizar donde aun lo más importante es la lucha por la supervivencia, donde lo primario aun no está cubierto....pero tienen internet.
Con esto se llega a la gran paradoja de la vida. No tienes libertad, los alimentos escasean, a veces no hay ropa suficiente para aguantar el frío, los niños corren descalzos, se duerme en el suelo, las lentejas en vez de con chorizo se comen con tierra,pero hay una bonita ventana, eso sí, no accesible para todos, sólo para unos cuantos, que enseña las maravillas del mundo occidental...para que las conozcan, ya que no las pueden disfrutar. (a no ser q se juegen el tipo en una patera...)
Es lo de siempre para que unos vivamos de "p... madre" otros malviven de "p.... pena" (hay q ser políticamente correctos)
El trabajo, sale poco a poco, estos días trabajaremos sobre todo en reuniones y coordinación con una asociación italiana, que trabaja en el mismo ámbito, y la semana que viene, con las madres y los niños celiacos. No voy a decir que no existan dificultades....muchííííísimas, pero si se quiere, se puede.
ya os iré contando si puedo volver a utilizar la ventana (al mundo) de mis amigos saharauis; supongo q sí porq, al menos su casa, es una casa de puertas abiertas.
2 comentarios:
Hola Silvia
Solo enviarte mi admiración por el trabajo que has emprendido, gente como tú nos devuelven la confianza en el género humano.
Un abrazo para tí y tod@s l@s voluntari@s.
A veces el hablar de un problema de forma general hace que se vea de lejos pero el detalle hace darnos cuenta todavía más de su gravedad. Lo digo porque me ha hecho pensar mucho que comentaras sobre los niños celíacos, algo que aquí ya es un problema se convierte en algo imposible de controlar en un sitio en el que hay escasez de cereales y debe ser impensable encontrarlos sin gluten.
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