En los últimos meses la verdad es que me he dedicado a vivir demasiado deprisa, a sentir, sentir todo, vivir por impulsos, por pulsiones, por pasiones; y esa vida siempre me ha merecido la pena, y me ha devuelto agradecida la experiencia tan grata de sentir la felicidad.
En los últimos meses, a pesar de los pesares, que haberlos los hay, a pesar de los daños y heridas causadas y sufridas los vuelcos provocados por esas "pasiones" han logradao sacar mi mejor yo.... y no voy a desperdiciarlo.
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