Un día menos

El tiempo vuela, ya casi estamos contando los días que faltan para volver y hace nada que llegamos.
La sensación de ver el tiempo volar se acelera por la intensidad de los momentos; por todo lo que se aprende, por todo lo que se siente.
Ayer acompañamos a Ana, una chica de Badalona que trabaja en un centro con chicos discapacitados, a su lugar de trabajo. Como me acorde de ti sister.
Si dijese que no me emocioné mentiría, pero nada que ver con los sentimientos que muchas veces la gente pretende provocar en estos sitios. No era pena. Ese sentimiento no tiene cabida.
Era una mezcla de muchas cosas; por un lado admiración. Son todos y todas muy valientes. Son las personas que más han tenido que luchar para salir adelante en medio de la adversidad de este entorno. Son las personas que menos cariño han recibido y las que menos acceso tienen a todo. Son las personas en las que nadie piensa, de las que nadie se acuerda y afrontan su día a día con una energía positiva, con unas sonrisas y unas ganas de vivir…..que me hicieron sentir muchas cosas en un corto periodo de tiempo.
Cuando salí de allí, además de estar super agradecida por cómo nos trataron, por lo que nos enseñaron, por la actuación que representaron para nosotras/os, iba llena de besos y abrazos, de miradas encantadoras, de lecciones de vida y superación.
Muchas de las cosas que escribo parecen “topicazos” las cosas que se deben escribir…..nada más lejos de la realidad.
Ayer sentí que aquí la palabra vida tiene otro significado. Esta palabra cobra distintos sentidos en función de dónde estés, donde vivas, dónde nazcas….y un largo etc, y la intensidad de la misma también varía.