martes, 20 de noviembre de 2007

Todo era más grande, y más altoy más........



Todo era más grande, y más alto, y más interesante, todo tenía otra dimensión, otro olor, otro sabor.

Los lunes se pasaban mejor, y los domingos eran de paseos en bicicleta y chocolate calentito con churros en invierno.

Los días de lluvia no eran un problema sino días de charcos para jugar; las obras en casa del vecino: cuanto más durasen, mejor, porque tenías un gran montón de arena para pasar horas y horas después del cole ;las horas eran más largas, las vacaciones eran más vacaciones aunque lo más lejos que iba era a Jaraíz de la Vera.

Las rodillas estaban a prueba de bomba, la bicicleta era el mejor de los transportes, ir a hacer la compra la mayor de las responsabilidades, y ver al que te había enviado una carta a escondidas en clase la mayor de las vergüenzas.

Las divisiones te daban el pasaporte a la edad adulta porque era de mayores, los cumpleaños tenían velas, tartas, palomitas, juegos, patatas fritas, sándwich de nocilla, regalos (que no tenían por qué servir para algo)

Las tardes eran de espinete y del bocata de pan con chocolate, de la bruja avería, de los caballeros del zodiaco, de Heidi, de verano azul, ….

La mejor de las visiones era ver a mi abuelo aparecer por la otra punta de la calle con su yegua de la mano, y lo mejor que había que escuchar era: ”sube al coche, que nos vamos al campo”.

Madrid sonaba lejísimos, y no había más mundo que mi mundo.

No había preocupaciones más allá de las corrientes, por no hacer deberes, haber insultado al malote de la clase, o haberte roto el pantalón y sin que lo supieran en casa.

Valencia era el paraíso, mi tio Cele era ese tio que todos tenemos fuera e idealizamos, mis abuelas eran mis aliadas frente a las lentejas y las judías de mi casa y mis hermanas mitad juguetes mitad cotillas.

Hoy a mi también se me ocurrían sabores, olores; hasta texturas que me recordaban a mi infancia, hoy me he acordado de mis niños y niñas que son bastantes, me he acordado de Yahia, de Ilde , de todos los niños del cole de Madrid, de Alba, de ….

Hoy también me he acordado del que no ha tenido infancia nunca, del que cambió lápices por azada, de la infancia de mis abuelos, de la de millones de niños que ahora mismo no lo son, de los que no tienen casa, ni padres, ni escuelas, de los que no tienen ilusión, ni juegos, ni bicicletas con las que soñar, con los niños a quienes les HEMOS borrado la sonrisa, los que nunca tendrán la suerte de leer un cuento, ni que nadie se lo lea, hoy me he acordado de las niñas que por ser niñas su vida será un martirio, de las que han sido víctimas de abusos, las que han sido madres antes de tiempo, las que nunca sabrán pronunciar MUÑECO.

Hoy pienso en los que nunca podrán decir mamá porque el VIH se la llevó, los que no serán más que niños porque la vida no durará más de 5 años, los que sólo se tienen a sí mismos para sobrevivir, los que preferirán no recordar su infancia…..

Hoy me he acordado de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.

Y me surgía una cosita mirando al cielo y viendo como resbalaban las gotitas de agua por el parabrisas del coche:






¿PORQUÉ NO PEDIMOS QUE DEJEN LA CONQUISTA DEL ESPACIO PARA MÁS ADELANTE, LA COMPRA-VENTA DE JOYAS SUPER LUJOSAS, LA ESPECULACIÓN INMOVILIARIA,LA CREACIÓN DE NUEVAS ARMAS, FOMENTO DE NUEVOS CONFLICTOS INVESTIGACIONES DE COSAS ABSURDAS…. Y LES SALVAMOS A ELLOS?

Eso sí sería luchar por los derechos de los niños

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día me gusta y me emociona más este blog de verdad Silvia. Digue a sí.
Solo puedo decirte:
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.
NO, NO, QUE EL TIEMPO NO TE CAMBIE.

Unknown dijo...

Bonita entrada. Un beso, wapa :-*

Carlos dijo...

Es desalentador que en el siglo XXI haya tantos millones de niños que no puedan disfrutar de una infancia como es debido.

Un saludo.

María Núñez dijo...

Impresionante, de verdad, enhorabuena, me ha encantado. Pero es triste saber que es la verdad, que ese es el mundo al que millones de niños se enfrentan cada día, y mas triste es pensar que mientras ellos mueren, otros derrochan el dinero en cosas que no sirven para nada, y que al día siguiente se las lleva el camión de la basura.

Te parecerá extraño que me pase por aqui, quizás no sepas quien soy, o si, o me conozcas de vista. Pero suelo picar en todos los enlaces de compis de Juventudes.

Un saludo y nos veremos en alguna que otra jornada.

María.