sábado, 20 de octubre de 2007

In The Pendiente



Durante estos días tod@s estamos cansad@s de oir cien mil opiniones sobre nacionalismos, banderas, sentimiento de pertenencia, unidad nacional, autodeterminación.....

¿Se han parado a pensar, los que están erre que erre, en lo que de verdad le importa a la gente?

¡NO!

No dudo que puedan existir tardes, en la que una se vaya a tomar un café con un grupo de amigos y se discuta cuanto nos sentimos de españoles, de "bandereros", de autodeterminados, nacionalistas etc, es más, creo que es bueno; pero los excesos siempre me han preocupado.

No hay que ser demasiad@ list@ para pensar que se está dejando a un lado la política de verdad con escusas que comienzan a ser "cansinas" y MUY PELIGROSAS.

No me creo con el poder de decirle a un catalán , vasco o gallego como se tienen que sentir como españoles, vascos, catalanes o gallegos; igual, me molesta bastante que, por este motivo, estemos, los de siempre, en el rincón del olvido en los telediarios y medios de comunicación a nivel nacional.

Estamos perdiendo demasiadas energías en ciertos ámbitos, que seguro son importantes, pero sin duda no son las únicos.

Hoy hemos celebrado, en Miajadas, el día contra la pobreza. Esto debería removernos por dentro. Las cifras son escalofriantes, pero nadie dice nada. Perdón, nadie hace nada.

No tengo ningún tipo de problemas en reconocer que estoy un poco hasta las.... de todo esto.

No me gusta verme obligada a enfrenatrme con nadie por el hecho de ser de otra provincia, región o país.

Pasé en Barcelona el día de la Hispanidad(que, dicho sea de paso, no me provoca ningún tipo de sentimiento de orgullo patrio),y no ví banderas quemadas ni reyes chamuscados (eso sí me reí de lo lindo con las guerras vecinales de banderas, ¡A ver quién la tiene más grande!), estábamos más preocupados por la situación de colectivos LGBT a nivel mundial y como actuar desde la Cooperación al Desaarrollo, que es menos patriótico, menos típico, pero más útil (y original.)

Nunca me ha gustado la bandera Española, aunque también es mía, me encanta mi bandera extremeña (prometo que sólo es cuestíon de gustos de colores). Los nacionalismos me parecen simplistas y empobrecedores, torturar a un pueblo por cuestiones ideológicas me parece HORRIBLE y perder el tiempo hablando de banderas y del grado de españolidad de las personas, como si de un test de alcolemia se tratara, me parece una burla para tod@s, no sólo para l@s ciudadan@s, también para las propias instituciones.

Así que les pediría a los enarboladores de banderas que, si no les importa, comiencen a discutir, hablar, debatir, parlamentar, o lo que estimen oportuno, sobre cosas que entendamos y nos preocupen a los mortales. El resto, pués no sé, se me ocurre enviar al Sr Ibarretxe, Josepe LLuis (si no se escribe así discúlpeme) Carod, Rajoy y cía, que se vayan a una isla a jugar una partidita de Risk, mientras que los demás nos quedamos intentando convivir, reponiendo la memoria a los que no la han tenido, aumentando las garantías de un Estado de Derecho, aumentando nuestros pilares sociales, y, si no es mucho pedir, preocupándonos por como intentar aportar lo necesario (también las voces) para que más de la mitad de mundo salga de la miseria.

NOTA A TENER EN CUENTA:
Algunos alcanzaron ciertos límites de pobreza porque sus gobernantes sólo se han preocupado de sus banderas, su bolsillo, sus fronteras y de reprimir a quein pensaba o sentía diferente.

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