Está claro que la justicia no es divina, ni divinas sus consecuencias, que ni cumplen con el mínimo que se las exige: ser justas. Y una se pregunta si un niño o una niña nace de la patria, de una máquina de hacer ciudadanas/os numerados y colocados en serie, o si al nacer les implantan un microchip que al pasar por radares hasta de supermercados hacen saltar las alarmas nacionales y emitir por altavoces los himnos que ensalzan la honorabilidad nacional....
Si la respuesta es no por favor que alguien me explique esta noticia que aparecía en El País:
"Miles de mujeres acorraladas por la miseria y abandonadas por sus parejas han cruzado México y Centroamérica durante el último decenio en busca de una vida mejor en Estados Unidos. Han arriesgado sus vidas, se han sometido o enfrentado a todo tipo de depredadores (los mareros y sus pandillas, los coyotes que las pasaban de un país al otro por dinero o sexo, los oficiales de inmigración que sacaban su tajada). Después, muchas de ellas han acabado siendo detenidas y repatriadas a la fuerza, tras ser obligadas a dejar en Estados Unidos a sus hijos nacidos en este país porque así lo han decidido los jueces."
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